#62 Cuándo empezar a invertir

Yo me titulé a fines de 2015 y empecé a trabajar en los primeros meses de 2016. No sabía mucho de finanzas personales pero siempre tuve una pre-disposición a ahorrar, así que desde mi primer sueldo empecé, sin un objetivo claro, a ahorrar parte de mi sueldo líquido.

Unos meses después me pongo a hablar con un amigo, Gonzalo, que había partido trabajando casi en el mismo momento que yo. Compartimos cuánto estábamos ganando y ahorrando. Sueldo: muy similiar. Ahorro: 20% yo y 0% él. De hecho, él gastaba más que lo que ganaba, así que tenía un ahorro negativo (¡Deudas!).

Pero él dentro de todo la tenía clara. Había hecho una promesa a sus padres de que cumpliendo 30 años se iba a poner a ahorrar. Antes no.

Voy a meter al baile a un tercer amigo. Eduardo tampoco ahorra ni tiene un compromiso de ahorrar pronto. Probablemente se dará cuenta de la necesidad de hacerlo a los 40 años cuando le toque jubilar a sus papás o tíos y vean con cuánto se van a jubilar.

Así que tenemos tres casos: yo, que ahorro desde los 25, Gonzalo, que lo hace desde los 30, y Eduardo, que empezará a ahorrar recién a los 40.

Si Carlos hace un aporte de 100 lukas mensuales desde los 25, ¿cuánto dinero tendrá a los 65? ¿Y cuánto tendrían que aportar Gonzalo y Eduardo para poder llegar a ese mismo número a la misma edad? Por simplicidad, asumamos una rentabilidad nominal de 7% anual.

Los números

Carlos

Carlos parte ahorrando a los 25 y se decide por 100 lukas mensuales. Si sigue con ese mismo monto, aportará 1,2 palos al año y 49,2 hasta los 65. El primer año, su rentabilidad sería de 84 lukas.

Al año 11, es decir cuando tiene 36, el aporte por rentabilidad ya es mayor que su aporte mensual. Y finalmente, en el año 40, cuando cumpla 65, su aporte solo por rentabilidad será de 16,8 palos. ¡14 veces su aporte mensual!

Al momento de jubilarse, Carlos tiene una suma de 257 millones de pesos por tener la visión de ahorrar 100 lukas desde sus 25 años.

Gonzalo

Gonzalo decide partir un poco más tarde. Se dedica a disfrutar la vida y a los 30 parte ahorrando.

Le pregunta a Carlos cómo va eso de los ahorros que partió hace 5 años. “Bastante bien, cacha que tengo 8,5 palitos en la cuenta y este año la pura rentabilidad fue de 480 lukas”.

Para llegar a los mismos 257 millones que Carlos a los 65 años, tendrá que aportar 144 lukas al mes. Es decir, 1.728.000 al año.

¡Un 44% más que lo que aporta Carlos! Y por los 36 años que le quedan hasta jubilar.

Eduardo

Ahora veamos a Eduardo. Llegando al temido cumpleaños N°40 no ahorra nada. Pero sucede algo: algún familiar le pide ayuda revisando con cuánto se va a jubilar. “40 años trabajando y me jubilo con una miseria”. Ah, pero tío, usted nunca dio una boleta, nunca se impuso, nunca aportó al sistema. ¡Chanfles!

Eduardo toma este aprendizaje y decide preguntarle a sus amigos. Carlos ya lleva 15 años en el baile y Eduardo unos 10.

– Carlos: “Yo tengo 33 palos ya metidos, le sigo aportando 100 lukas al mes pero la rentabilidad este año me aportó otros 2,1 palos”.

– Gonzalo: “Mi fondo anda por los 12 palos, no es malo ah. Yo le meto 144 lukas al mes y este año me dio una rentabilidad de 695 lukas.¡Vamos que se puede!”

Así que la meta son 257 palos a los 65 y Eduardo está por cumplir 40. Cónchale. Si asumimos la misma rentabilidad que han tenido Carlos y Gonzalo, tiene que empezar a aportar 312 lukas al mes. ¡Más de 3 veces lo que aporta Carlos!

El resumen

Los tres amigos se juntan a los 65 años. Todos llegaron a la misma meta pero de maneras muy diferentes.

Carlos estuvo aportando 100 lukas mensuales desde los 25 y Gonzalo aportó 144 desde los 30. Eduardo tuvo que meterle acelerador y aportar 312 lukas desde los 40.

Son todos caminos válidos y cada uno debe elegir uno. ¿Cuál será el tuyo?

Comentarios

Nos faltó mencionar a un cuarto amigo. A ese amigo que nunca va a ahorra e invertir. A ese amigo que será como los tíos de Eduardo y que llegará a su jubilación sin una pensión que le dé para vivir.

Identifica a ese amigo, háblale de la importancia de que se ponga las pilas. Si él no lo hace, nadie más lo hará por él.

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